La lluvia se derrite
Sobre una nube de sombras verdes...
Se desmorona el aire,
Y se corroe el tiempo
Como un pedazo de madera seca que brota lágrimas.
Tus venas cuelgan como bejuco estéril...
Hurtado de locura y eternidad cocida.
Y es que se abren puertas
Hasta el campo sagrado de sus tumbas y simientes
Con el ardor de una raíz podrida.
Y sé que acaso mujer tienes alma de roble,
O es que acaso roble tienes corazón de mujer.

Son ellos los que vedan mi horizonte...
Los que ladran,
Sacuden las letras muertas de mis dientes
Y perforan mis verendas manos...
Como si estuviera embriagando
La cúspide de un ser divino
¡ Y atragantando un río de nubes calsinado de colores!

Eres una flor que duele
De tantos misterios y cantos...
Rumor de combates y senderos eres,
Cantera silenciosa a distancia.
Nada será como lo que en tus ojos se duerme,
Esa suave quietud de olas sin nombres,
Esa gran emoción desconcertada...
Esa tibieza de roble y oveja.
Pero todo corre y se escapa como un pez
Que custodia el cofre del tiempo
Donde está tu retrato tendido,
Con las cortinas que ponen tu imagen al descubierto.

Veo en tus ojos
La exaltitud de la duda,
El rompimiento del fuego
Anegado en sangre azul.
La longitud de tu espíritu
La ausencia de luz...
Como la pluma de un ave estéril que zumba,
Que ríe sin reir.
Solo sé que ya no estás, Y al verte asomada a la ventana
Cubierta de esperanza...
Quizás tu nombre pudieras revelar.

Ha muerto tu última flor (1)
Y con ella tu última sonrisa.
Ha calado ya el frío tus huesos,
Y no sientes el mínimo alivio.
Ha muerto tu última flor (1)
Y con ella tu última sonrisa.
Ha muerto tu última flor
Y tu eres ya la única semilla,
Semilla celeste que crece
Como el sauce en las orillas...

(1) le refiere a la fallecida.

¿ A qué has venido?
Después que las piedras duermen
Y los hombres se arrastran.
¿ A qué has venido?
¿ A calcular las aguas de este mar despierto?
Has llegado para enloquecerme.
A provocarme sosobras,
A desvestirme el alma.
¿ A qué has llegado?
Acaso vestida de ángel planeas perderme.
Solo yo seré un mar de oscurantismos
Que cuagula tu sangre en la tarde
¡Solo esto!

Se siente como se desgarran las paredes
Y el suelo se humedece por los sauces grises...
Todo se ha cubierto de hojas macilentas
Que invaden miradas profundas.
¡Ya no estás!
Y el vibrar de las voces que cantan el llanto
Que se desvanece en madera seca
Emergen sobre el viento fanambulesco
Nadie podrá olvidar su nombre
Tildado de orgullo
De parísos en rosas...
Habrállegado el final de tu vida,
Que se ha apagado como una vela de arroyos.
Sin embargo,
¿Qué será de las fallecidas rocas?
Temblarán también ante este espejo
Que todo ha de iluminar.

Si el Sahara no cabe
En tu pecho de ausencia?
Corre a mi bosque...
Que estará colmado de hojas.
Si sientes que tus venas se hielan
Vuela hacia mi volcán desnudo.
Y como buen amigo he de ser
Si corres, vuelas, y sueñas,
Y no encuentras donde anidar
Tenpresente que puedo ser:
Tus venas, tus bosques, tu volcán.

Cuando la tierra no gire
Te tengo para orientarme.
Eres la cálida sonrisa de este cuerpo moribundo.
Con tu voz colmas mis oídos
Y tus labios se escurren por mi cuerpo,
Cabalgas las cordilleras de mi esbelta figura,
Y te deleitas con la lluvia,
Que va cayendo sobre el viento...
Nada como sentir tus manos...
Palpando mi tambor de vida.

Me he descubierto
Ante un espejo desconocido...
Que tanto hube de aguardar.
Mi alma se arrastra
Hacia el sendero gris de tu esencia,
Y mi cuerpo tiembla de color y viento.
Me ha empujado el destino
A las manos que no debo estrecharme.
Me prueba Dios,
Me indulce el Diablo,
Más no seré un Adán que tiene por Eva,
Estas olas negras.

Es como una laguna sacudida
Por el lado negro...
Llora y tiene hojas como el relámpago.
Es girar sobre tí
Como la veleta que obedece al mar.

Se ahogó la piedra en el río,
Y no pensé que sería como las fores...
Puedo ver globos...
Que emergen grotescamente,
Dejando olas de espuma gris...

Soy un extraterrestre
Y adivino sueños.
Soy de otro planeta gemelo al mío,
Hube de perderme y no encontré el camino.
Lo soy y no me asombro
Pues mi historia no regresa.
Mi corazón de adelgaza
Y siento que se desgarra de mi pecho
La recina de un cautivo asesinado.
¿ Será que logro encadenar empeños
Sin que me suden las manos?

Si pudiera expresarte con palabras breves que te amo,
Diría...te amo.
Si pudiera exhalar mi desdicha comentaría:
¡ Estoy en medio de un cieno...!
Si pudiera exhumar los recuerdos
Te diría al oído: aún eres mía.
Si pudiera,
¡ Ay si pudiera flor de la tierra bendita!
Me convertiría en una abeja ebria para tomar tu nectar.
Si pudiera,
Uniría tu sangre y mi herida
Tu estrella a mi charca,
Tu aroma y mis ocasos rojos.
Si pudiera disfrutar el éxtasis de mi quimera,
Te tomaría en brazos aunque no me quisieras.

No entiendo,
Esa lúgubre axioma que ha envuelto a mi arból
¿Qué le sucede?
Sus ramas se han recogido,
Sus frutos se han marchitado...

He dibujado árboles,
Haciendo el amor sobre las hojas...
He tomado del néctar de Dios,
Que me ha guardado tanto.
He viajado por sobre las cenizas
Y la sombra de los huracanes,
Y por sobre todo he sido Lucifér.

Mariposa vestida de negro has llegado hoy...
Y reconozco tu herida.
Mariposa...
Justo ayer penetré en la tierra
Y tu libabas la tumba.
Avecillas de gil estampa
Se me va pudriendo el cariño
Que hurgabas ayer al pie de mi nombre.

Una ola de obsenidad
Inunda mis vírgenes sentidos
Y mira que lo intento
Pero no logro contenerla
Trato de aborrecer tanto lado...
Pero más me hundo en esta mezcla de espinas.
Es mi razón fuera de órbita
Sin satélite ni espacio.

Me he crecido en el margen de un libro
Y le he dicho...
Quema la página de mi vida
Como un fuego alimentado de nubes
Me he crecido en el margen de un libro
Con tus manos...
Mis poemas saben amar
Nuestra piel tiene un sabor amargo.

Tiemblo ante un espejo roto de hojas,
Ante la quietud de un pecho sin zapatos, sin raíces...
Sobre el agua ebria y acordonada.
Y llegan las dos de la tarde
De un día cualquiera
Donde frente a mi puerta dormitaba un cuerpo
Que alimentaba hormigas
Y encadenaba flores.

En este oscuro enclaustro hay olor a carne, labios...
La aparición de flechas blancas...
Inducen tiempo
Y brotan levadura curtida,
Hacía el coto verde de las ramas
Que ha sido pisoteado por las hojas...

Ecuánime belleza que escapa de tus ojos,
Como la luciérnaga ruidosa en llanto.
Cabello que encrespa el pensamiento.
Tus manos...una utopía en su alcance,
Tu ropa como el reflejo efímero de una lágrima vacía
La flor que mojó tus labios
Son los pétalos míos.
Tu existencia, sueño fugaz,
Tú...mi abeja,
Yo...tu panal.

Esta lloviendo a botellas rotas,
A licores que embriagan el aire humedecido
Por tibias dudas, que emergen pétalos
De una montaña desbastada por caracoles.
¡Ya es hora!
Y quien dice polvo.
Dice arena.

Todo fue como la taticardia de los árboles
Que sufrían al compás del tiempo
Dejando caer cada fruta como un dolor gris
Apareció sordo, ciego, y mudo
Ante el amor que corrió por los rincones,
Desbordado de venganza...
Sobre el trinar de olas muertas.
Y fallecido de rosas...
La joroba de mi cuerpo
Nació del cayo de su vientre.

Luna:
¿Es verdad que los humanos sufren de un amor rotundo
Es un amor pasional que les ha legado el mundo?
Estrella:
Es un suceso natural que no tiene explicación,
Es un leve despertar de una rosa hecha botón
Luna:
Estrella amiga, estrella canción
Tararea la melodía del romance con el sol.
Estrella:
Luna querida, amiga del sol
¿No será que tu lo quieres por eso?¿Quieres canción?
Luna:
Humana no soy Estrella y no tengo corazón
Pero dentro de mi pureza siento que brota una flor
Estrella:
Es amor, amiga mía, lo que esta naciendo en tí
Cada noche cada día se asmejará a un jardín.
Luna:
No lo sé iluminada, ¿Como podría ser si yo
Canto por las noches y por el día canta él?
Estrella:
Eso no tiene importancia no tiene nada que ver
Pidele de su luz y bebetela también...

En la tierra,
Nuestros cuerpos,
En el cielo,
Nuestras sombras.

Soplos de arcilla
Calientan de hielo las estrellas...
Un clavel de ríos se desborda
Y quiebra la copa de lagos
La fuente de sorbos
Se espanta como una garza,
Se advierte como el flamenco
Se rompe como una flauta de gemidos.
Se escurre como girasoles en luto,
Sobre polvos de agua.
Quién sabe que suceda,
Si al toque de araña un corazón brote lágrimas?

Sobre un árbol cabalgan dos cuerpos
En un aborto de raíces como un tambor de vida.
Sacian la locura
Y rompen conlas venas de un bosque,
Fecundo de luces...
Un hombre se deleita de lluvia
Mordiendo una palabra, una sonrisa muda.
Un nombre se quiebra.
Ese sacude las manos!

Mi tiempo acabó
Estoy muerto de vida...
Sobre tus hirsutos ojos.
Quiebro en la ventica,
Donde hice de quietud el silencio...
Los horizontes andantes.
Camino hacía mí
Curtiendo el bosque de vientos,
De naranjas marchitas.
Arranca de una vez la sangre de nubes
Que descorre la incertidumbre...
Y vuelve al mar como la abeja...
Para encontrar un torbellino de manos.

Bebe de mi mano este licor de flores
Que ha salido de mi pecho,
Canta este terror de huracanes,
De frescas locas...
Acércate de mieles, azucares...
Y matorral de risas.
Tiende tus dedos sobre el llanto,
Para que recojas náuceas de espíritu.
Y bebe, bebe, bebe...
El verdín de ráfagas y cicatrices.

Como el veneno de plata
Que fresco retoña en aves de sal,
Sudan sus senos.
Polvo y carnes transcurridas
Subastan la coraza de su bendición.
Desprenden del alma corroída
Los peligros de la arena,
Los misterios de los robles.
Un sorbo de hierro...
Resucitó en demencias a un ángel de fibras
Corrió al precipicio
Y dejóse caer bajo las rocas

Jardín pequeño de flores...
Dónde fue a parar tu fragancia?
Universo pintado de estrellas rotas
Qué fue de tu vida apagada?
Cristal y aroma de sangre macilenta
Cómo pudiste penetrar mis verendas manos?
Turbulencia gris de rocas
De qué forma borro mis deudas?